domingo, 3 de noviembre de 2019

CEMENTERIOS


Lugares públicos que se asfaltan y ensanchan para transitar mejor, que se visitan en determinadas fechas del año, a donde se llevan flores y hay panteones para todos los gustos. Muchas tumbas sostienen fotos de las personas allí enterradas, otras muestran santos o esquelas con frases emotivas.

Lugares públicos de silencio y reposo para recordar y llorar.

Ya no hay separaciones entre creyentes y ateos, entre adultos y niños, entre paisanos y extranjeros.

Paredes que contienen nichos se alzan aquí y allá dando forma a las calles, a veces un tanto laberínticas, que marcan el sendero y muestran los mármoles brillantes, negros, grises o blancos, con espacios para apoyar velar o pequeños ramitos de flores.

En las zonas más viejas hay tumbas en el suelo, sin lápidas, con cruces de madera en las cabeceras y la tierra amontonada formando una pequeña uve invertida y alargada. En algunos casos han plantado rosales naturales que exhiben sus espinas juntos a las rosas, altos, verdes, sin una mala hierba.

Casi son ciudades llenas de cuerpos queridos, de vidas que fueron madres, abuelos, hijas e hijos, hermanos y tías, sobrinos y nietas. También amigos y amigas. Ciudades. Lugares a las fueras de las ciudades. 

Cuando viajas y ves que en otras culturas los cementerios están en las calles de las ciudades donde se trabaja, se estudia, se compra o se negocia, llama nuestra atención hasta que se relativiza la importancia de estar en lugares distintos cuando estamos vivos que cuando estamos muertos. La distinción se minimiza al comprobar que tener cerca el cementerio, verlo a diario como un lugar cotidiano por el que pasas para hacer tu vida diaria, familiariza la presencia de la muerte, normaliza el hecho de morir y de ocupar un lugar cuando estamos muertos. Tumbas en espacio ajardinados, en parques públicos donde se pasea, se hace picnic, se usa la bici, se queda con amigos y familiares, se juega a la pelota, se practica runnig, tumbas rodeadas de bancos para sentarse alrededor, tumbas verticales con inscripciones ininteligibles...a veces, hay estatuas de las personas que están allí enterradas, también de sus mascotas u objetos característicos.

El arte, en su versión funeraria, ha creado esculturas bellas que se instalan en las tumbas, que hacen de tumbas o que componen un mausoleo. Hay cementerios famosos que se visitan como lugar turístico y entonces el sentido es otro, un museo al aire libre con temática concreta exhibiendo el paso del tiempo por los estilos, materiales y tendencias propias de cada época.

Lugares públicos para vivir un rato y para descansar más rato.



2 comentarios:

  1. Buena descripción haces de los cementerios, pasear por ellos es rencontrarnos con nuestro pasado. Cuantos libros se podrían escribir, tendríamos personajes para tantos libros de muchos estilos.Si es verdad que pasar a estos lugares nos prorcionan tantas emociones que las historias de los personajes nos hacen que lloremos o riamos.
    Es verdad que hay otras ciudades como Milán o Edimburgo donde los cementerios se pueden utilizar para otros menesteres. En Edimburgo quedan las parejas, se hace deporte o se queda para merendar, son otras culturas que están con nosotros pero en diferentes lugares.

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    1. Qué buena idea lo de escribir sobre los difuntos que hay en los cementerios...

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