REÍR POR NO LLORAR

Vivo en una comunidad autónoma de cuyo nombre no quiero acordarme, presidida por una persona apodada pagedal famosa por sus intervenciones improvisadas que ridiculizan al más pintao.

Me preocupa que esta rica región esté representada por esa persona, pagedal, porque supone que es ella quien toma las decisiones más importantes para tan extraordinaria tierra y ahora estamos viviendo una situación inédita muy grave.

Ser ignorante no es malo, se puede superar yendo al colegio tranquilamente. Pero ser malo, que no es ser ignorante, no se supera, especialmente a cierta edad, ya adulto hecho y derecho (o más bien derecha, por la política que practica).

El caso es que el Coronavirus está campando por esta maravillosa región a sus anchas, y la población, que tiene como modelo a sus representantes políticos, sin dedicarle mucho caso al bicho. Es que nuestro presidente ha hecho un gran esfuerzo de acatamiento de las órdenes y recomendaciones del Estado. No quería el pobre pagedal molestar a la población sobre todo a la funcionaria. No quería dar vacaciones a los docentes (así lo piensa y así lo dice) no fuera que descansaran antes del Camino del Calvario, allá por abril según las lunas cristianas. Él no quería, oiga!!

Todos los representantes políticos de cada región española han asumido con responsabilidad y pronta y sincera disposición las recomendaciones del Estado sobre el asunto del coronavirus, a ninguno le ha molestado asumirlas, especialmente en lo referente a la educación por la importancia que tiene sabiendo los inconvenientes que acarrean estas medidas, excepto este personajillo que a regañadientes, el hombre, ha tenido que ceder, y eso que él no quería oiga!! 

Desde mi humilde posición de docente le recomiendo que se vaya él de vacaciones sin prisas, que abandone la política y se dedique a sus cosillas, pobre, que no sé cuáles pueden ser porque sus cualidades y capacidades son las que son...a ver, que no es por nada, sólo hay que verlo dando comunicados.