CARRIZOS, ORILLAS, RÍOS Y LAGUNAS

En la imagen se ven flamencos, carrizo, pueblo y molinos, es Mota del Cuervo, concretamente la laguna de Manjavacas, uno de los humedales más importante de Europa, especialmente por la avifauna que en todas las estaciones alberga.

No es la única laguna cuyas aguas empiezan a no verse por el aumento de carrizo, que, empezando en las orillas y en la zona pantanosa, invade todo lo que puede. En Uña, su laguna cada vez se ve menos por este motivo. Incluso las orillas del río Júcar a su paso por Cuenca empiezan a desdibujarse por la proliferación del carrizo (todavía decorado de plásticos y otros objetos de desecho traídos por la riada de diciembre, sin limpiar).

Estos días se está adecentando una buena zona de la laguna moteña con el fin de segar el carrizo para que algunas aves puedan pasar una temporada en ella. Tractores anfibios van dejando espacios acuosos para el carricerín cejudo, en peligro de extinción, a ver si se acomoda en las aguas que le alimentan para pasar el invierno antes de migrar al norte en verano.

Supongo que debe haber muchos animales condicionados por la expansión de carrizos, probablemente muchas plantas también, a parte de la modificación paisajística que supone esta expansión. Antiguamente, cuando había ganado que pastoreaba por estos y otros humedales impedían que el carrizo se multiplicara tanto y enriquecían los suelos abonando sus tierras con los mejores fertilizantes...pero hace mucho que no es así. Desde las medidas de conservación y protección del medio ambiente hay un mantra de no intervenir en la naturaleza bastante comprensible, pero, a veces, la intervención inteligente, estudiada, comprobada, a tiempo, puede salvar de la extinción a algunas especies y mejorar la vida de muchas otras.

Ojalá en Manjavacas se consiga crear un espacio amable para las aves migratorias, las que permanecen, y todo tipo de avifauna que pueda subsistir enriqueciendo el paisaje visible y el que no se ve también, ese suelo que aflora de la tierra oculta.