lunes, 30 de marzo de 2020

ALUMNADO RESPONSABLE (VI)


Dice la viñeta de la pizarra que "cuando actuamos influimos en la conducta del otro" y hay que añadir que cuando no actuamos también influimos en su conducta, porque no actuar es un modo de actuar.

Ahora que nuestra conducta es a distancia, es virtual, la influencia que llega a nuestro alumnado lo es también. ¿Cómo entenderán los mensajes escritos, sin expresiones corporales, sin miradas, sin gestos, sin aliento en la cara o en la nuca? ¿Qué efectos tendrán nuestras palabras sin rostro?

Me obligo a escribir con claridad y a poner énfasis adjetivando en exceso...es una contradicción lingüística y /o semántica, además cuando creo que he conseguido cierta claridad me encuentro que los distintos niveles por cursos me exigen una diferenciación mayor aún porque el vocabulario de primero de la ESO no se parece en nada al de 2º de Bachillerato.

En clase presencial, la mirada capta la atención, o subir el tono, o provocar el silencio, o un aspaviento con el brazo, o lo que sea que altere el runrún de la clase para atraerlos al mensaje, para que fluya la comunicación, pero ahora, ese lenguaje no verbal ha de ser sustituido por palabras ¡¡escritas!! 

También para l@s docentes está siendo todo esto un aprendizaje, incluso aprendemos vocabulario, somos más creativ@s y nos repetimos menos. Una ventaja esto de escribir sin ver a quien te diriges.

Por su parte, cuando nos envían respuestas al correo, tenemos que intuir sus caras para descifrar sus mensajes porque ell@s sí que no andan sobrad@s de vocabulario...si suelen ser escuetos, parcos, breves, incluso, monosilábicos, en sus respuestas orales, presenciales, en este contexto exclusivamente escrito lo siguen siendo igual o más. Es por esto que cuando "corta-pegan" se nota mucho y fácilmente les "pillamos".

De todos modos, se nota un cierto aprendizaje a la hora de enviar los ejercicios por escrito, después de unas semanas...ahora suelen saludar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario