ALUMNADO RESPONSABLE (V)

Con las noticias del Ministerio de Educación sobre el final del presente curso y la selectividad, me preguntan por whatsap qué hay de verdad en las fechas que dice la ministra y cómo les afectarán.

Casi acaba la segunda semana y ya me resulta familiar coger el teléfono y esperar sus mensajes si no los tenga ya. En los grupos creados ex profeso compartimos saludos, enlaces a películas, documentales y vídeos, fechas de entrega de tareas y preocupaciones por la salud. Unos preguntan y otras responden o al revés, es como en clase, no les oigo pero les leo y cojo sus caras y gestos de mi memoria y todo tiene sentido, todo parece normal.

También nos pedimos disculpas por llegar tarde...yo misma, hoy no estuve atenta y llegué tarde a 1ºBA y lo han tolerado estoicamente, sin broncas ni burlas...eso quiero pensar, aunque seguro que más de una sonrisa habré provocado con mi excusa "es que no he oído el timbre" que es su excusa habitual.

La familiaridad se nota mucho más con los más pequeños que suelen mantener las distancias en las clases normales, presenciales porque aún tienen una especie de creencia en que somos ajenos, en que no nos importan porque ya están en el instituto y aquí el profesorado está lejos de su mundo, pertenecemos a otro nivel, tardamos en aprendernos sus nombres y comprobar si tienen algún problema personal o en casa. Parece que como no les conocemos de cursos anteriores no quisiéramos nada con ellos.

Pues con el móvil todas las barreras se vencen, esas distancias imaginarias no existen. Al whatsapearnos nos igualamos. Hay alumnas/os que me han llamado por primera vez mi nombre, no me han dicho "profe" y yo he abierto más los ojos para acercarme a ellos/as, para ponerme a la altura de los suyos y entablar una conversación a propósito de una duda o una tontería...a veces son tonterías.

No sé lo que dura un período de adaptación a este modo de enseñar en estas circunstancias, pero empiezo a acostumbrarme... y no me disgusta.