miércoles, 25 de marzo de 2020

NOS ACERCAMOS AL ECUADOR...QUIÉN DIJO MIEDO!


Miedo, tristeza, rabia...aburrimiento, soledad, impotencia...

Sentimos que no acabamos de llegar a tiempo a nada y eso que tiempo es lo que más tenemos. Tarde a la prevención, al conocimiento, a los cuidados y a los remedios. Todos los responsables somos egoístas por hacer primar intereses particulares sobre los generales. Tarde para sacar lo mejor que teníamos guardado en la reserva de nuestros cerebros, en el corazón de nuestro motor, en la joya más valiosa del ser humano.

Resulta que también sentimos solidaridad y empatía y que la ejercemos!!

En los pueblos y en las ciudades, en el sur, en el norte, en el oeste y el este, en castellano, catalán, galego, euskera, balear, valenciano, canario o extremeño. Con tractores, con ordenadores, con agujas e hilo, con cacerolas y cucharas, con pinturas y papel, con instrumentos musicales, con las voces y la escritura. Con aplausos, cada tarde más numerosos y sonoros.

Otras veces hemos vivido épocas trágicas y una vez recuperada la normalidad nos olvidamos de lo que somos capaces y de nuestras responsabilidades para evitar nuevas desgracias. La historia está llena de ejemplos, somos esa especie animal que tropieza una y otra vez con la misma piedra...porque no la acabamos de quitar, tan solo la rodeamos una temporada y, antes o después, pum, otra vez!

Sin embargo, también la historia nos muestra hitos, giros copernicanos, que revolucionan nuestras cosmovisiones. Quiero pensar que estamos viviendo uno de estos momentos destacables, causantes de un antes y un después para la humanidad.

Espero y deseo que tanto dolor e incertidumbre sirva para algo bueno. Está en nuestras manos. El discurso final de la película El gran dictador es una inyección vital de Chaplin, gran conocedor y transmisor de las emociones humanas. Aprendamos!!


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