lunes, 23 de marzo de 2020

VIOLENCIA DE GÉNERO EN ESTADO DE CONFINAMIENTO


Insoportable.
No puedo más.
Ojalá pille el virus.
No pienso salir de la habitación.
¿Por qué no se va?
Que no beba.
A ver si le suena el móvil.
Apaga la tele...¿dónde está?


Quedarse en casa es una obligación saludable, moral y ciudadana de todas las personas. Esto supone una doble condena para muchas mujeres que viven con su maltratador. La angustia se multiplica, el acoso es permanente y no tienen un minuto de respiro.

Esta situación provoca muchas enfermedades mentales en las mujeres. Ahora, a los malos tratos habituales, se le suma la permanente y continuada opresión psicológica porque está presente siempre el hombre que la insulta, la humilla y la viola cuando quiere. Haya hijos o no, estén delante o no.

Sola ante el peligro constante, cada segundo. ¿Cómo salir mentalmente de esta cárcel?

Ahora las vecinas y los vecinos somos el factor de ayuda más próximo, el único a veces. Tenemos que estar alerta para impedir que el sufrimiento de estas mujeres sea mayor. Tenemos que denunciar la más mínima sospecha de maltrato en el piso de al lado porque puede ser un auténtico infierno diario, veinticuatro horas. Somos parte del remedio, aunque sea momentáneo. Podemos salvar la vida de una persona!!

En los telediarios dan información sobre las medidas que el Ministerio de Igualdad ha tomado al respecto, escuchémoslas con atención, y también informan de que un hombre ha matado a su mujer en su casa delante de los hijos de ambos. Las alarmas no son falsas, las medidas no son caprichosas.

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