domingo, 21 de julio de 2019

SABINA BERMAN

La mujer que buceó dentro del corazón del mundo, 2010



Aquí lo verosímil parece fantástico, tal vez porque la autora es mejicana hay algo de realismo mágico en sentido literal, las vidas de las protagonistas son muy fáciles de asimilar como posibles pero lo que les sucede está narrado de tal manera que ya no es tan posible.

Ser mujer autista es posible. Serlo en una circunstancia buena económicamente también. Qué suceda a partir de ahí es una suerte de sorpresas en la vida de Karen. Lejos de mostrar los rechazos y discriminaciones esperables se centra en las posibilidades, en las especulaciones, en los supuestos, en los probable aún cuando fuera difícil imaginar.

Romper prejuicios siempre supone un tanto de heroicidad, pero la protagonista lo vive como lo más natural del mundo. Tal vez sólo así se pueda ser una heroína, viviendo con naturalidad lo que para el resto es una proeza inalcanzable. Aprende desde cero, emprende desde bajo cero y transforma el medio desde la ingenuidad, sin tener muy en cuneta las consecuencias personales que necesariamente habrá en cada una de sus decisiones.

"Bucear " nos lleva al agua, al mar caribe, al océano Atlántico, al Pacífico, al Índico. "Bucear" supone atunes, pesca, corales. "Bucear" es flotar bajo las aguas oscuras y frías con neoprenos y escafandras.

Cuando respirar es bucear, cuando pensar es hacer, los sentimientos son emociones intensas, reales, fantásticas.

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